Esperando al Mister...

*Daiya hacía ya un tiempo que había llegado...a penas se había duchado había salido en direccion a la sala...no quería llegar tarde...a parte...no le había dicho la hora...ese hombre...de alguna forma le daba miedo...le imprecionaba...eran tantas cosas que le confundian...le confundían horriblemente...sabía que ese era un lugar horrible...solo hacía falta oír los gritos que se oían por las noches o en otras horas del día...suspiró...temía que él fuese el proximo...*

*Ese día no había gente en la sala...lo que le resultaba extraño...*

Daiya: Espero que no haya venido y se haya marchado por no llegar a tiempo...*Dijo algo acongojado*

Kurayami se dirigió a la sala de pruebas. Aquel mismo día comenzaría la primera lección de Daiya. Mientras le desvirgaba había notado un par de errores bastante graves para un pleasureboy. Uno de ellos creía haberlo arreglado con la reprimenda, pero nunca se podía estar completamente seguro. Con el tiempo, el chico podía volver a tomarse confianzas.
El segundo, llevaría algo más de tiempo corregirlo. Mientras pensaba todo aquello, no pudo evitar sonreir, parecía un maldito maestro, preocupado por si su alumno aprendía o no la lección.
Se le hacía extraño verse así, él jamás se había preocupado antes de nadie nada más que de él mismo, y ahora, pensaba en aleccionar a un chico para que fuera un buen pleasureboy. ¡El mejor!
Al llegar, abrió la puerta y vió que el muchacho, ya le estaba esperando allí.
Entrando en la habitación, cerró la puerta tras de él.

*Quítate la ropa * le dijo sin más mientras comenzaba a buscar ciertos juguetitos en la habitación.

*Cuando vio a entrar a su mister se colocó en posición...como si fuese la persona más importante que viene a tratar un asunto...y así lo era...a penas entró de su boca salío una ordén...la ordén que tenía que estar preparado para oír siempre que se viese con el...*

*Lentamente empezó a quitarse sus prendas...como intentando retrasar lo que podía suceder...cuándo termino se quedó de pie...parado...sin hacer ningún movimiento...solo esperando a que su mister le mandase a hacer algo...siempre obediente a cualquier cosa...veía con disimulo las acciones de Sentou...podía ver como agarraba algunos juguetes que ya había provado con la boca...solo eso...*

Cuando encontró todo lo que necesitaba se giró y observó al chico. Casi le hizo gracia verle allí parado como si estuviese esperando el autobús, solo que sin ropa. Reprimió una ligera sonrisa, también debería enseñarle a seducir a su cliente...
Lentamente, se dirigió al muchacho y acercándosele por detrás, cogió sus brazos con fuerza, sujetándolos con unas correas a la espalda. Después sujetó las correas a una cadena que iba hasta la pared más cercana.

*No repimio un leve quejido por haverle hecho aquello...sintió como lo arrastraba hasta una de las paredes que componían esa habitacion...y lo ataba a ella...lo miraba con aire entre molesto y horrorizado...una mezcla extraña...*

Daiya: ¿Qué es lo...que piensa hacer...? *Dijo en un susurro...sabía que no obtendría las explicaciones que quería y como las quería...tal vez...decir aquello...haya sido un error...*

Besó sus labios al oir como se quejaba, recreándose en ellos, jugando con su lengua.

*Ssshhhh... * le dijo suavemente con sus labios aún rozando los suyos * Tranquilo, pequeño. Tú sólo dejame hacer.

Y cogiendo una mordaza, la colocó en la boca de Daiya para impedir que gritase. El chico comenzaba a parecer asustado.

*Sus ojos se abrieron como platos al sentir aquellas mordaza cubrir su boca...prohibiendole así hacer cualquier tipo de sonido...su cuerpo pareció empezar a temblar...entre asustado y confundido..¿Qué solo le dejase hacer...? eso era lo único...¿cómo...? no sabía lo que le iba a suceder...lo que le iba a hacer...no podía estar tranquilo..iba contra...contra cualquier razón...comenzó a moverse inquieto...intentando soltarse...pero lo único que ganó fue un golpe de su mister...quedándose quieto al fin...algo sorprendido...muy sorprendido..*

El chico se revolvía inquieto y Kurayami tuvo que golpearle para que se mantuviera quieto. ¿Es que no entendía lo que le decía o qué?
Molesto, se dirigió a un cajón y abriendolo, saco de él una especie de aro. Volviendo hacia donde estaba el chico, se agacho y lo colocó en su miembro. El tamaño parecía el correcto, no se caería, pero tampoco le haría daño al muchacho, de momento. Cuando su miembro se hinchara... se apretaría sobre su pene, impidiendole correrse.
Dejó que su mano recorriera el pecho del muchacho mientras le besaba el cuello, regalándole de vez en cuando ligeros mordiscos, a la vez que le tendía en el suelo. Abriendo sus piernas, Kurayami cogió uno de aquellos juguetes que Daiya había visto y lo lamió delante suyo.
Lo hizo lentamente, procurando lubricarlo bien. Después lo introdujo en el cuerpo de Daiya.

*Daiya se quedó quieto después de aquello...su mister se dirigió a un cajón y agarró un aro...sabía lo que era...le habían explicado sobre ello...en su mirada se reflejaba la molestia de tener qu hacer aquello*

*Sentou empezó a regalarle besos y mordidas al rededor de su cuello...tambien caricias...mientras le iba acostando en el suelo...tanta dulzura no podía ser bueno...Cuando ya se hubo acostado Kurayami separó sus piernas...y delante de élempezó a lamer uno de los tantos juguetitos...alver la escena no pudo evitar que su miembro comensace a reaccionar...no del todo...peroreaccionaba...por último sintio como ese juguete entraba en su interior sin espera..*

Cuando lo hubo introducido por completo, el mister conectó el juguete. Aquello comenzó a moverse en el interior del chico provocándo algunos gemidos de protesta.
Sin hacerle caso, Kurayami se sentó en una silla, delante de él, pero a una distancia adecuada. Con calma, prendió un cigarrillo y, cogiendo un libro que había traido consigo, comenzó a leer mientras a sus pies, Daiya era torturado lentamente.

Daiya: Urgmnn mnnomn *Se quejaba al sentir aquel aparato moverse en su interior...era molesto...dloro...pero a la vez exitante...pudo ver como su mister se sentaba delante de él sin inmutarse de lo que le sucediese ni de lo que le pasase...eso le molestaba mucho...ya que lo estaba haciendo...al menos que mirase...*

*Le dirigía miradas suplicantes al mayor...miradas que ignoraba...o simplemente no veía...su miembro ya había despertado del todo...y ese aro del demonio empezaba a molestarle...se retorcía en el suelo...quería sacarse aquella cosa de su interior...la verdad es que no sabía muy bien de que le serviría todo aquello...*

Kurayami oía como su pleasureboy se quejaba del trato recibido. Para ser sinceros, no era capaz de concentrarse en el libro, le resultaba prácticamente imposible teniendo a Daiya gimiendo a sus pies. De buena gana hubiera quitado toda aquella parafernalia y hubiera poseido a su pleasureboy. Pero debía esperar.
Daiya debía aprender a controlar sus sensaciones. No podía ser que se corriera antes que su cliente. Tenía que aprender a controlar sus orgasmos. Y para eso, debía sufrir aquella retención hasta que fuera capaz de hacerlo por propia voluntad, sin la ayuda del aro.
Intentando de nuevo centrarse en la lectura, dio otra calada a su cigarro.

*Y ahí seguía él...sin atension alguna...retorciendose...dolor...placer...agonía...todo junto....mezclado...incontrolable...tal vez...fuese eso...tal vez fuese eso lo que fallace...sus ansias por terminar...hace unas horas se lo había advertido de forma indirecta...o mas bien diecta su Mister...impidiendo que se corriera cuando este estaba ya a punto...¿Pero como controlar eso...? Se supone que es una reaccion del cuerpo...como lo aguantaría...no pasó mucho tiempo en averiguarlo...el aro...para eso se lo había colocado...bien...pues ahora...lo único que faltaba era demostrarlo sin él...a ver si lo soportava...*

*Dejó de retorserce en el suelo...intentaba calmarse...aunque resultase dificil...lo intentaría...pasase lo que pasase...*

*Se quedó quieto...tal vez algunos espasmos ligeros...era imposible estarse quito totalmente...sus piernas temblaban ligeramente y sus ojos estaban llorosos...pero lo aguantaría...si eso era lo que su mister deseaba...*

Había pasado algún tiempo desde que comenzaran aquella particular tortura cuando, de repente, Kurayami pudo centrarse en la lectura. Aquello sólo podía significar una cosa, Daiya ya no se quejaba. Podía ser que...
El mister levantó la cabeza del libro y observó como el chico permanecía quieto. Tenía los ojos llenos de lágrimas y el sudor cubría su cuerpo, pero había logrado controlar los gemidos descontrolados. ¡Increible! Otros chicos habían tenido que soportar aquello durante horas, antes de comprender siquiera qué pasaba.
Kurayami le miró con los ojos brillantes de la emoción y, por que no decirlo, cierto orgullo. Sus manos se retorcieron ligeramente nerviosas, ansiosas por correr a socorrerle. Lentamente, dejó su libro a un lado y se acercó a él. El chico logró mantenerse medianamente tranquilo a pesar de su cercanía.
Al llegar a su lado, le quitó la mordaza, permitiéndole jadear con más libertad.

*Cuando por fin fue liberado de la mordaza, empezóa respirar algo agitado por la boca...sin llegar a ser gemidos...de la comisura de su boca salió un pequeño hilo de saliba y su miraba reflejaba reproche al mayor...no dijo palabra...solo se quedó observándole...esperando...con su mirada perdido en la del hombre...en esos ojos fríos...tal vez calculadores...su miembro pedía a gritos atencion...y el miembro artificial todavía hacía de las suyas...pero no se quejaba...no iba a darle el gusto de quejarse...esos tiempos en el que solo estaba de observador se habían acabado...para dar paso a acciones mayores...*

Kurayami sonrió al ver la expresión del muchacho. Tenía el rostro completamente sonrojado por el esfuerzo y de su boca salía un poco de saliva que el mister se apresuró a recoger en sus labios al besarle con pasión. Ya habían esperado demasiado. Rápidamente, extrajo el vibrador del interior del chico. Su entrada estaba completamente húmeda, y su miembro parecía a punto de estallar.
Kurayami mordió ligeramente aquellos labios.

*Veamos qué has aprendido *le dijo mientras liberaba su propia excitación para sustituirla en el interior del muchacho.

El mister no necesitaba preparación. Su miembro se hallaba completamente hinchado de contemplar a su lindo Daiya en aquella situación. Sacando el aro del miembro del chico, le penetró finalmente con un golpe profundo que arrancó un ligero quejido de placer.

*Definitivamente el miembro delmayor no era nada comparado con esos juguetitos...era mucho más placentero...sobre todo si lo acompañaba con besos tan delicosos...*

Daiya: AHHhhh mmnnn...*Semordio el labio para no gemir más alto...estaba bastante exitado...y ese miembro lo volvía loco...sobre todo si se movía de tal manera en su interior...Daiya arqueaba su espalda y hubo un momento en el cual rodeo la cintura de su mister con sus piernas...para hacer la penetracion más profunda...le había salido instantaneamente...sin siquiea pensarlo...hubiese llebado las manos hasta la espalda del mayor si no hubiesen estado dolorosamente atadas...ahora en la habitación lo que se oían eran gemidos leves...retenidos...por parte delos dos ocupantes...*

El mister maltrató aquel bello cuerpo sin compasión, quería comprobar hasta qué punto, Daiya aguantaría sus salvajes embestidas sin dejar escapar una queja.
Por su parte, también le resultaba dificil controlarse, estaba a punto de correrse en más de una ocasión, pero debía retenerse un poco más, sólo un poco más, hasta que el chico alcanzara el límite de su resistencia.
Sus manos acariciaron el pecho del muchacho y su cabeza se apoyó en su hombro, cerca de su oido para que pudiese escuchar perfectamente sus jadeos de placer.

*No aguantería por mucho más...por más que lo intentaba ya estaba en su limite...su cuerpo estaba perlado en sudor...su miembro estaba ya al maximo...si no se corria en ese mismo instante le daría algo...*

Daiya: Yo...AHHH MNN NO....*Empezó a gemir...con fuerza...los gemidos ya no los podía retener...y su extasis tampoco...* Ahhhh MNNN MISTERRR AAAHHH....*Se irgió hacia atrás...arqueando la espalda...llegando al climáx...y vaciándose por completo...*

Observó como Daiya arqueaba su espalda al venirse violentamente. El mister sujetó sus caderas. Perfecto..., había aguantado más de lo que jamás hubiese creido siendo su primera vez y al final, había alcanzado el climax sin necesidad de que tocasen su miembro.

*AAAGGGHHH!!! * los ojos de Kurayami se abrieron al máximo, tensando todos sus músculos, mientras llenaba el interior de su pleasureboy con su líquido. Había sido su mejor orgasmo en mucho tiempo.

Aún jadeante, besó los labios de su chico, acariciando su pelo, mientras salia de su interior.

*Lo has hecho muy bien * le dijo.

Como recompensa, su boca bajó hasta el miembro del chico. Aquella vez, sería el mister quien limpiaría al pleasureboy.

*Los dos se habían venido violentamente...Ahora sentía como de su entrada empezaba a salir todo ese líquido que lo había llenado...su respiración seguía agitada...apenas podía pronunciar palabra...lo había logrado y lo sabía gracias a las palabras del mayor...Su mister...poco a poco fue bajando hasta llegar al miembro de Daiya...cuando sintió los labios de su mister rodear su miembro soltó un suave gemido de sumisión...ya que estaba completamente bajo las ordenes de su..."amo" bajo sus caricias...pues ahora...más que nunca le pertenecía...*

Cuando acabó de limpiarle, miró al chico relamiendose. Después sus labios se pegaron a los suyos en un beso profundo que tenía aún el gusto del semen del chico.
Lentamente, guardó su miembro en sus pantalones y desató los brazos de Daiya. Kurayami se levantó y arregló sus ropas y su cabello dándole la espalda mientras pensaba en el siguiente paso a dar.
Bajó las mangas de su camisa y volviéndo a colocarse la chaqueta se situó frente a Daiya.

*Bien, supongamos que soy tu cliente de hoy * le dijo con firmeza * Te he contratado para que me sirvas en todo y nos encontramos en la habitación. ¡Acércate a mí y quítame la ropa!

Era una lección fácil, pero que Kurayami no tenía muy claro que Daiya dominara.

*Daiya se levantó del suelo...y se dispuso a hacer lo que su mister le había ordenado...se acercó lentamente a él...con algún aire pícaro y sensual...primero tocó el pecho del mayor...suavemente...para después proseguir a quitarle la chaqueta...algo torpe...pero con ese tono pícaro que le salía sin querer...dejó caer la chaqueta a un lado...deslizándose suavemente por sus manos...y luego prosiguió con su camisa...introdujo sus manos por dentro de la camisa...acariciándole el pecho...las manos de Daiya estaban frías...y contrastaban con el cálido pecho de su mister...notándo como a este le recorría un ligero escalofrío...que intentó ocultar...quitó la camisa...y cuando su pecho estuvo descubierto siguió pasó sus manos de nuevo por su pecho...rozando uno de sus pezones...empezó a agacharse...para quedar a la altura de los pantalones...y empezó a quitar el cinturon...dejándole caer tambien a un lado...junto a la camisa y la chaqueta...empezó a desabotonar el dicho pantalón...dejando visible el boxer...el cuel bajó con la boca...lentamente...haciendo con sus labios rozaran con el miembro del mayor...cuando quedó completamente desnudo...Daiya no pudo reprimir pasarle las manos delineando su figura...suavemente...era pecfecto...*